Hace unos días, charlando con un colega, coincidimos que no solo de debe de medir a un buen empresario por sus ingresos o resultados de gestión.
También coincidíamos en varias de las habilidades o características que un buen empresario del siglo xxi debe de tener y este es nuestro pequeño resumen.
Primera. Ser emprendedor. Tener esa capacidad para detectar o identificar oportunidades de negocio y apostar por ellas organizando los recursos necesarios para obtenerlas, sin arriesgarlo todo a ese nuevo proyecto, ya que no existe oportunidad que no tenga sus problemas, o diferentes dificultades. Ser emprendedor no significa ser un suicida empresarial, por eso es importante rodearse de buenos técnicos y colaboradores.
Segunda. Responsabilidad. Muchas personas suelen confundir esta palabra “responsabilidad” con compromiso, y no es así. Nos permite administrar, orientar y valorar las consecuencias de nuestros actos siempre en lo moral. Un emprendedor debe tomar y afrontar sus decisiones y saber cuando hizo bien las cosas y cuando las realizo erróneamente.
Tercera. Compromiso. Es la capacidad que tienen las personas para cumplir su palabra o acuerdo que realiza con otras personas. Esta cualidad es el nombre, cuando la gente hable de él. Ser una persona, correcta y cumplir con la palabra dada, es lo que hace que hablen de nosotros recuerda que nadie quiere tratar con una persona que no se toma sus tratos con los demás con seriedad, por eso debe tratar de cumplir su palabra en todo momento.
Cuarta. Aptitud. Es la capacidad que tienen las personas para realizar adecuadamente cierta actividad, función o servicio. Todo buen empresario debe estar preparado para iniciar sus proyectos, destacar las cosas que mejor hace o puede hacer en él, y conocer el producto o servicio. Ser el “jefe” no es ese que da órdenes sin más, sino el líder de personas capacitadas para llevar a cabo una actividad con la ayuda de otras personas y que cuentan con el conocimiento necesario.
Quinta. Pasión. Existen personas de todo tipo, de diferente humor, pero si algo tiene el buen empresario es pasión por todos aquellos proyectos que quiere llevar acabo, y es que es un factor clave para cualquier empresa, cada actividad que realicemos dentro de ella nos debe dar gusto llevarla a cabo.
Sexta. Estrategia. Desarrollar una mente estratega es fundamental para crecer una empresa. Se necesita agilidad a la hora de realizar las cosas, pensar dos o tres veces por delante de las personas (ojo no estoy diciendo que seamos videntes) pero sí que podamos por diferentes motivos deducir que va a pasar y como, esto es utilizado en todas las áreas de la empresa, desde la contabilidad, operaciones, logística y estrategias fiscales pasando por proceso y comercialización de nuestros productos y servicios para poder destacar y ser “visibles” en el mercado.
Séptima. Capital. Todo proyecto necesita cierta cantidad de dinero, pero cuando nos referimos a capital no solo hablamos de cantidad de dinero, hablamos de capital humana, de capital intelectual e incluso mental.
Octava. Innovación. A partir de este momento su apellido será “Innovación”, Crear nuevos proyectos, productos o servicios debe ser ya algo “genético”, así como desarrollar canales de distribución, marketing y maneras de ampliación del negocio. La innovación es un factor clave si queremos mantenernos siempre en una buena posición, y tendemos a querer más y más cada día.
Un buen empresario que tiene estas habilidades, no solo atrae clientes a su Negocio, sino que a estos les fideliza por años.
MABR.